La pobreza, la exclusión, la precariedad… Todo esto tiene nombre de mujer y son precisamente las mujeres las que más sufren la falta de igualdad y de derechos en nuestro planeta. Los datos lo dejan claro: el 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres. Además, según Naciones Unidas, son ellas las que realizan el 66% del trabajo en el mundo y producen más de la mitad de los alimentos.
Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente se organiza en torno a un tema y sirve para centrar la atención en una cuestión particular apremiante. El tema de este año, Sin Contaminación por plástico, hace un llamamiento a la población de todo el mundo en favor de un planeta sin contaminación por plásticos.
La celebración de este día pretende hacernos conscientes de que nosotras mismas podemos cambiar hábitos en nuestro día a día esto hace reducir la pesada carga de la contaminación de los plásticos en nuestra naturaleza, en nuestra vida silvestre y sobre nuestra propia salud.
Pero el Día Mundial del Medio Ambiente no se dirige únicamente a los ciudadanos, también quiere llamar la atención de los Gobiernos proponiendo diferentes áreas en las que deben tomar acción:
-Reducir los plásticos de un solo uso al 50%
-Mejorar la gestión de los residuos
-Erradicar los microplásticos
-Promover la investigación de alternativas sostenibles
-Tomar medidas para salvaguardar los recursos naturales y la salud pública
Dentro del programa de actividades organizadas por el Grupo de Trabajo de Ciudad por el comercio Justo para la celebración del día del Comercio justo.
Recuerda visitar las 3 exposiciones sobre Comercio justo, en el vestíbulo de San Benito, hasta el 31 de mayo en horario de 9:00h a 14:00h
«Te damos 10 razones para consumir Comercio Justo»
A través de los dibujos los humoristas gráficos expresan su particular punto de vista sobre las injustas reglas del comercio internacional y la alternativa que propone el comercio justo.
«Tira del hilo» 
Para dar a conocer el proceso del algodón en Senegal con criterios de comercio justo.
«Cambia tus zapatos» 
Esta exposición pretende sensibilizar y revindicar una cadena de suministro de calzado ética, sostenible y trasparente
JORNADA SOBRE LOS ODS Y COMERCIO JUSTO EN LA FACULTAD DE COMERCIO DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID,
Nos hace su relato Saturnina.
La Facultad de Comercio la Universidad de Valladolid celebró ayer, día 17 de mayo de 2018, una JORNADA SOBRE LOS ODS Y EL COMERCIO JUSTO.
— Fue presentada por la Concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Valladolid, Doña Rafaela Moreno, el encargado del Área de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Valladolid, Aurora Marinero de la Plataforma del Comercio Justo y Eva María Vicente de IDEAS.
En la presentación se destacó el esfuerzo que se ha ido haciendo en los últimos años en Valladolid para conseguir una mayor sensibilización hacia el Comercio Justo en entidades públicas y privadas, que le permitieron conseguir el Certificado de CIUDAD POR EL COMERCIO JUSTO el 6 de mayo de 2016; y el trabajo coordinado del Ayuntamiento, la Plataforma de Comercio Justo y la Universidad, en aras de seguir avanzando en los objetivos marcados de llegar a más personas y entidades.
— La presentación fue seguida de las intervenciones de Eva María Vicente de IDEAS sobre los ODS y de Gloria Sagñay sobre la producción de la QUINOA.
Eva María Vicente destacó la relación de los Objetivos del Comercio Justo y Consumo Responsable con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). El avance en el Comercio Justo y Consumo Responsable expresará un avance en la consecución de los ODS
Ya que si entre los 17 ODS están la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la corrección de las desigualdades y el cuidado del Medio Ambiente en el mundo. En esta misma línea se trabaja con el Comercio Justo y Consumo Responsable acercando a los países desfavorecidos del Sur con nuestros países del Norte.
El Comercio Justo y el Consumo Responsable nos permiten llevar los ODS a nuestra vida cotidiana. Los tenemos que ver como un camino en común.
— Gloria Sigñay, indígena ecuatoriana del Cantón de Huamote de la provincia de Chimborazo (Ecuador). Nos presentó la importancia de la QUINOA en su comunidad y cómo han cambiado sus condiciones a partir de ser apoyados por la Fundación MAQUITA..
La QUINOA es un cultivo tradicional y muy valorado en su zona. Cariñosamente lo llaman “quinoita”. Es un alimento muy completo. La FAO declaró el 2013 el año de la quinoa. Se siembra entre agosto y septiembre y se recoge por mayo o junio. La siembra, abonado y recogida es manual. El abono que utilizan es orgánico, nada químico.
Hace unos diez años conocieron la FUNDACIÓN MAQUITA y gracias a ella han conseguido maquinaria para desgranar, limpiar y envasar. Les ha facilitado el trabajo y les asegura unos precios justos. Anteriormente sufrieron muchos engaños
Cada familia tiene entre una y dos hectáreas de tierra y la Comunidad, una hectárea. Todos los trabajos los hacen en común. Este trabajo comunitario lo llaman:“Minga”. Los rendimientos por hectárea son de unos 15 quintales. Los ingresos de la parcela comunal los dedican a mejorar los servicios del Cantón. Desde hace cinco años tienen el alcantarillado y el agua en las casas y han mejorado algo los caminos.
La mejora de los ingresos, también la han orientado a diversificar los cultivos y a una mayor producción ganadera. Esta diversificación ha permitido una mejora de su alimentación y de las condiciones sanitarias. Que lo están observando como un logro muy positivo
La Fundación MAQUITA está contribuyendo a la capacitación laboral y socio-organizativa de la Comunidad.
Gloria es la presidenta de su Comunidad, integrada por varias decenas de mujeres. Nos comento, que las mujeres se están organizando, conocen sus derechos y son reconocidas por los varones. Sus esposos las tienen en cuenta, valoran sus tareas y sus opiniones.
La FUNDACIÓN MAQUITA se creó en 1985 por Comunidades Eclesiales de Base y ha sido un elemento clave en la transformación de muchas comunidades rurales de Ecuador. Es una agrupación de cooperativas de Comercio Justo para el desarrollo de los pueblos que ha ido ampliando y diversificando sus actividades: capacitación de los productores, comercialización, talleres socio-organizativos y turismo alternativo.
Las comunidades campesinas están recuperando la esperanza y se facilita el asentamiento de la población. Evita la emigración de los jóvenes a las ciudades donde no van a encontrar fácilmente trabajo.
Gloria en su exposición manifestaba esa esperanza y reconocemos su valentía.
El miércoles, día 16, nos dio una charla en la tienda de Comercio Justo de AZACAN.
La indigena agricultora de quínoa, es la primera vez que salia de su país, ha estado en Valladolid esta semana el miércoles dio una charla en la Tienda Azacan organizada por la Plataforma de Comercio Justo.
Gloria Sagñay se levanta cada día varias horas antes de que salga el sol. A las cinco de la mañana ya está en su plantación, situada a 2.500 metros de altura. De fondo, el volcán Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador. Quedan pocos meses para la cosecha y Sagñay, de 29 años, se afana en que las matas de quinoa crezcan rectas para que el grano sea de calidad. Carga sacos de abono, remueve la tierra con la azada, riega. Después ordeña a las vacas y llega a tiempo a su casa para preparar el café antes de regresar de nuevo al campo. Al día siguiente, vuelta a empezar.
Así se refiere constantemente esta campesina indígena a su cultivo: «Nuestro trabajo». Lo hace como una lección aprendida, como si de una reivindicación se tratara contra quienes quisieron aprovecharse, años atrás, de sus largas jornadas laborales como productora de quinoa. Este pseudocereal milenario para las comunidades andinas se ha convertido en los últimos años en una de las comidas saludables de moda en EEUU y los países europeos, entre ellos España.
«Procesábamos manualmente la quinao, a veces nos sangraban las manos, era muy duro, un sacrificio enorme. Tardábamos una semana para 100 libras (unos 45 kilogramos). Cuando llegábamos al mercado, después de haber pesado los sacos en casa, nos decían que solo eran 80 libras (36 kilos) o que no estaba buena. Nos estafaban y nos robaban», asegura. «Muchas familias se desanimaron a trabajar en el campo y por necesidad salieron a diferentes ciudades, migraron. Quedamos pocas».
Pero las mujeres de su pequeña comunidad, Cumandá el Molino, dieron un golpe encima de la mesa hace diez años. «Nuestras familias viven de esto y dependíamos del mercado, pero no valoraban nuestro trabajo y no teníamos suficientes ingresos», recuerda. «Los necesitábamos para que nuestros hijos pudieran estudiar y trabajar en otra cosa. Nuestros padres no nos pudieron mandar a la universidad y nosotras no queríamos que nuestros hijos tuvieran el mismo problema, así que buscamos nuevos mercados», recalca.
Entonces decidieron participar en Maquita Cushunchic, una organización ecuatoriana que exporta productos de comercio justo y agrupa a 250.000 familias. «Nos ha devuelto la oportunidad de soñar. Pagan el precio de nuestros productos, tenemos nuestros ingresos y es un mercado seguro.
La labor de Sagñay va más allá del campo. Es líder de su comunidad y presidenta de una organización formada por 32 mujeres que, con el apoyo de Maquita, luchan por acabar con el machismo que las rodea. «Hemos cambiado muchísimo. Antes, nuestros propios padres nos discriminaban. Decían que solo servíamos para cuidar casas, no nos mandaban a estudiar. Solo nuestros hermanos podían participar en reuniones, solo se tenía en cuenta su opinión. Teníamos miedo a los esposos», critica.
En todo este tiempo, han observado algunos cambios. «Las mujeres eran tímidas, tenían miedo de hablar con otras personas. Ahora preparamos a nuestras hijas para que no pasen por la misma situación, para que sepan que sí puede, que sí podemos. Ya no decimos que los hombres no tienen que cocinar porque es cosa de mujeres. Ahora tienen que hacerlo por igual. Algunos maridos comenzaron a apoyarnos con ideas. No tenemos tantas dificultades como antes. Y yo ya no tengo miedo», sentencia.
La cosmética natural está comprometida al 100% con el planeta.
La cosmética natural de Comercio Justo es buena para nuestra piel y buena para el planeta, pues sigue los principios del Comercio Justo y emplea técnicas de agricultura ecológica. ¡Elige la que más se adapte a tus gustos y necesidades y pruébala! ¿Te podrás resistir?
Es la excusa perfecta para recordarnos una vez más a nosotras mismas lo importante que es apoyar las iniciativas ecológicas de tu entorno. Pero hay un problema.
¿Sabes aquel dicho de “una vez al año no hace daño”? Pues resulta que hablar sobre reciclaje una día especial y olvidarlo el resto del año sí que hace daño. Y mucho.
Por si sabes cómo de grave es este problema, vamos a hablar de números:
Una persona puede llegar a generar más de seis veces su propio peso en basura.
Si sumamos la basura generada por todos los hogares de familias en España, podemos alcanzar los 21 millones de toneladas de desperdicios al año.
En todo el mundo se generan más de 3, 5 millones de toneladas de basura al día.
Con estos números, se han creado calculadoras de la cantidad de basura que generamos por segundo.
Lo primero es lo primero. Esta es la regla básica del reciclaje. Estúdiate estas tres normas y el resto saldrá rodado:
Reducir: evita comprar o utilizar productos desechables siempre que sea posibles (por ejemplo: servilletas, bolsas de la compra…)
Reutilizar: Hay tantísimas cosas en casa que podemos utilizar una y otra vez antes de tirarlas a la basura… Date una vuelta por tu casa y te darás cuenta de que puedes darle un nuevo uso a objetos como frascos, cajas y muchos más.
Reciclar: Recuerda separar los residuos en sus correspondientes contenedores cuando tires la basura.
Lo genial de verdad sería que no generásemos residuos.
Nos hacemos presentes en la inauguración de la Jornada.
El miércoles que viene día 16 tendremos a una productora de Quínoa de Ecuador, aquí en Valladolid. Será a las 19:30 en Tienda Azacán. Organizado desde las entidades que formamos la Plataforma de Comercio Justo de Valladolid. No te lo pierdas. Si no puedes asistir, lo puedes ver también en directo o en diferido en el siguiente enlace https://youtu.be/–HdhBCJQpo
Gloria Hortencia Sagñay, presidente de la organización de mujeres Cumandá El Molino
«Llevamos 10 años trabajando con #comerciojusto. Antes, para las mujeres era muy complicado el acceso a la tierra pero ahora tenemos un trabajo sostenible en el que todas ganamos». Gloria Sagñay nos ha contado su experiencia como productora de quinoa en Ecuador
Problemática de la Quínoa desde que se hizo «internacional»
