Las mujeres que sacan los anacardos de las cáscaras se queman las manos y sufren dolores terribles. Las cooperativas de comercio justo controlan que las condiciones de producción sean dignas.
Este trabajo es realizado por mujeres a cambio de un sueldo miserable, sin contrato, sin seguro social, sin vacaciones ni atención médica. Cuando se producen las heridas, en lugar de recibir tratamiento, estas mujeres se ponen cenizas sobre las heridas y continúan trabajando con un dolor tremendo que se agudiza durante la noche.
Cada vez que elegimos un alimento estamos apoyando de alguna manera con nuestro dinero toda su cadena de producción. El consumo responsable consiste en conocer los efectos sobre la salud de los alimentos, saber de dónde vienen y cómo se producen. En el caso del anacardo, este conocimiento debería llevarnos a elegir únicamente anacardos de comercio justo o de producción ecológica.
En 2017, la producción mundial de anacardos fue de casi 4 millones de toneladas, con Vietnam (22%), la India (19%) y Costa de Marfil (18%) como líderes. Casi todos los anacardos que se consumen en Europa proceden de India o Vietnam. En la India, miles de mujeres se dejan literalmente la piel al sacar los anacardos de su cáscara, pues se libera cordal, un ácido graso, de color café oscuro y sumamente cáustico, que produce quemaduras en las manos.
8 euros al día por dejarse la piel. Se estima que en la India trabajan 500.000 mujeres y también niños de 13 años en estas condiciones lamentables. Podrían ponerse guantes, pero entonces su velocidad de producción se reduciría y no obtendrían ingresos suficientes para sobrevivir (cobran unos 0.80 euros por kilo e ingresan unos 8 euros diarios). Además, con las prisas, no solo se queman las manos sino que a menudo se cortan los dedos con las cuchillas que utilizan.
Un paquete de anacardo de 200 g cuesta en una gran superficie española 2,20 euros, de los cuales, la trabajadora en la India cobra unos 17 céntimos.
La opción más sencilla y segura es elegir anacardos ecológicos y de comercio justo, como los que llegan a España a través de las organizaciones solidarias no gubernamentales.
Espanica trabaja directamente con una cooperativa de mujeres que produce y empaqueta el anacardo en Nicaragua. Ideas importa los anacardos de El Salvador.trabajadores en una fábrica. Otras organizaciones no gubernamentales de comercio justo son Setem y Oxfam.
¿Qué puede hacer el consumidor para consumir «anacardos justos»?
Puedes ponerte en contacto con la marca que consumes habitualmente por correo, mail o a través de sus redes sociales para que te proporcione información sobre el origen de los anacardos. Pregúntale específicamente qué empresa se encarga del descascarillado y si tienen un protocolo establecido para evitar subcontrataciones.