Ante este modelo global, las organizaciones de Comercio Justo recordamos que las personas consumidoras podemos ejercer nuestro poder para cambiarlo.
Cinco consejos para que el consumo contribuya a crear un mundo más justo
- Optar por productos de Comercio Justo: estos se pueden encontrar en las tiendas especializadas.
- Elegir productos que ofrezcan garantías de producción justa, sostenible y ecológica en los que las personas consumidoras conocen el proceso de producción.
- Informarse de cómo y dónde ha sido producido un determinado artículo, y en qué condiciones se ha hecho. Si el etiquetado no ofrece esta información o dónde encontrarla, lo adecuado es consultarlo en los propios establecimientos.
- Recordar que, a menudo, “lo barato sale caro”: la mayoría de los artículos tienen a sus espaldas una larga cadena de producción, por lo que un precio demasiado barato es muy posible que esconda explotación laboral o condiciones de trabajo inhumanas.
- Consumir responsablemente implica consumir aquello que se necesita, pese a que el mercado incita a hacerlo de manera compulsiva. Reutilizar productos o arreglarlos en lugar de comprar uno nuevo o el trueque son opciones interesantes y necesarias a tener en cuenta para disminuir el impacto medioambiental o la producción a un ritmo y un volumen vertiginosos.