Esto suponía un paso importante para el movimiento del Comercio Justo y particularmente para las organizaciones comercializadoras y productoras miembros de la WFTO, ya que ofrecía la posibilidad de incorporar en sus artículos el sello que les distingue como organización de Comercio Justo garantizada.
La decisión de desarrollar una etiqueta propia había sido tomada en la Asamblea la Organización Mundial del Comercio Justo para satisfacer la demanda creciente de contar con un sistema de reconocimiento de Comercio Justo que generara confianza en el mercado internacional. Una demanda y una necesidad en especial para las organizaciones dedicadas a la artesanía y a productos no alimenticios, que por su peculiaridad en la producción, no pueden entrar en las certificaciones convencionales existentes.
En la Organización Mundial del Comercio Justo todas sus entidades miembro deben cumplir los requisitos y criterios establecidos en el Sistema de Garantías, con independencia de que éstas quieran o no utilizar la etiqueta en sus productos.
Sin embargo según la naturaleza de la organización (productora, comercializadora u organización no comercial) la evaluación y el seguimiento son diferentes. Quienes superen todos los pasos obtienen el estatus de Organización de Comercio Justo garantizada y están autorizados a incorporar la etiqueta/sello en sus productos.
Además, y en concreto entre las organizaciones productoras y comercializadoras que deciden incorporar el sello en sus productos se establece lo que se denomina su “nivel de riesgo” según distintas variables (volumen, tipo de producto, sistema de producción, etc.). En función del riesgo definido -alto, medio o bajo- varían el proceso de monitoreo y la periodicidad de las auditorias y exámenes.
El desarrollo del Sistema de Garantías y, por tanto, de la etiqueta ha sido un trabajo realizado por un grupo de expertos del ámbito del Comercio Justo y del monitoreo, pero que, además, ha sido trabajado, debatido y finalmente aprobado en la Asamblea de la WFTO de manera democrática.
Entre los principales aspectos que se tuvieron en cuenta a la hora de desarrollarlo fueron, en primer lugar, que debía ser un sistema que ofreciera credibilidad a la ciudadanía y en el mercado internacional. Además debía ser dinámico, establecer sinergias con otras certificaciones existentes y debía adaptarse a las necesidades de las organizaciones y facilitar su desarrollo continuo. Otros aspectos importantes fueron que resultara claro y asequible.
El documento principal que constituye la base del sistema de garantías y la certificación de la WFTO es la Carta de los 10 Principios del Comercio Justo.
Las auditorías y distintos exámenes que las organizaciones deben pasar tienen por objetivo verificar el cumplimiento de estos 10 principios y de los requisitos que cada uno de ellos tiene establecidos.
Una parte de estos requisitos es de obligado cumplimiento. Pero hay otros que no son obligatorios desde el inicio y que la organización debe lograrlos en un periodo de tiempo determinado. Este proceso de mejora se va evaluando y la organización correspondiente debe demostrar sus avances.
Los hitos que deben superar las organizaciones productoras y comercializadoras para pasar el sistema de garantía son:
– Autoevaluación: la organización debe autoevaluar su cumplimiento de los 10 principios a través de una serie de formularios cuantificables. Esta autoevaluación se debe realizar cada dos años.
– Auditoría de seguimiento: periódicamente las organizaciones productoras y comercializadoras deben someterse a una auditoría realizada por un auditor aprobado por la WFTO.
– Auditoría o visita “de pares”: consiste en visitas de otras organizaciones de Comercio Justo, que evalúan el grado de cumplimiento de los principios. La finalidad de estas visitas no es tanto la de inspeccionar como una auditoría, sino la de ayudarse mutuamente y aprender. La organización que realiza la visita evalúa destacando las buenas prácticas y sugiriendo acciones de mejora. Así pueden compartir estrategias y acciones que a otras organizaciones les hayan resultado útiles.
– Observador de responsabilidad de Comercio Justo: la WFTO ha desarrollado un sistema de vigilancia que permite a las organizaciones miembro, a las entidades pertinentes interesadas o al público plantear cuestiones acerca de la conformidad de un miembro de WFTO con los principios del Comercio Justo.
En definitiva, la etiqueta de la Organización Mundial del Comercio Justo, que constituye el elemento visible del Sistema de Garantías de dicha coalición, supone un paso adelante en el movimiento del Comercio Justo, ofreciendo credibilidad, transparencia y confianza a los consumidores y al mercado internacional.